jueves, 29 de abril de 2010

Antropología de la línea corta


Parece que todo aquello, no humano, que no nos guste o que incordie merezca nuestras iras en forma de calificación o descalificación o, incluso, insulto, y para ello, curiosamente, le demos atributos inherentes a la condición de ser social de los humanos.

Éste es el caso de algunos tipos de línea corta. Así tenemos el caso de la línea huérfana, que es esa línea primera de párrafo que queda suelta a final de página o columna y que se debe evitar por dejar una muy mala impresión. No le queda a la zaga la que, sin haber estado antes casada, denominamos como línea viuda, que es la línea final de párrafo que aparece a principio de la siguiente página o columna. Y el súmmum ya se lo lleva la línea ladrona, línea final de párrafo con menos de cinco caracteres (o siete dependiendo de la anchura de la línea), que igual que a los sujetos humanos a quienes se les atribuye el mismo adjetivo, hay que editar a toda costa.

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